La ciencia actual no sabe dar solución a muchos de los problemas que plantea la realidad y este es uno de los más complejos.
Nada puede viajar más rápido que la luz, de modo
que no hay forma de que la radiación térmica haya viajado de un
horizonte al otro ni siquiera a las zonas frías y calientes creadas en
el Big Bang, como para equilibrar la temperatura del modo uniforme que
vemos hoy.
Este “problema del horizonte” es un gran dolor de cabeza para los
cosmólogos; tan grande que han saltado con algunas soluciones bastante
desenfrenadas, La “inflación”, por ejemplo. Uno puede resolver el
problema del horizonte mediante un universo de expansión ultrarrápida
por algún tiempo, inmediatamente después del Big Bang. Este universo
tendría que haberse expandido y crecer a un factor de 1050
(multiplicando su tamaño por un 1 seguido de 50 ceros) en 10-33 segundos
(cero, coma, y un 1 en la 33ª posición decimal). Pero ¿es eso sólo
pensamiento mágico? “La inflación sería una explicación, si hubiese
ocurrido”, explica Martin Rees, astrónomo de la Universidad de
Cambridge. El problema es que nadie sabe qué pudo haber provocado algo
como eso.
Por lo tanto, en efecto, la inflación resuelve un problema sólo para desnudar otro. Una variación en la velocidad de la luz también sería una respuesta. Pero esto también quedaría impotente frente a la pregunta “¿por qué?”. En términos científicos, la temperatura uniforme de la radiación de fondo permanece como una anomalía.






0 comentarios:
Publicar un comentario